EL CANARIO VUELVE A SU JAULA



índice de cuentos, leyendas y tradiciones

Una mujer joven, amiga de unos conocidos vive en un chalet adosado. Tienen un pastor alemán al que quieren mucho. Es pacífico y está bien educado, por eso le permite salir y entrar libremente.

Los vecinos de la vivienda de al lado tenían un canario, que canta a todas horas, aunque generalmente no resulta molesto, sino agradable. Lo tienen en una jaula colgada de la fachada, junto a una ventana del piso inferior.

Una mañana salió a trabajar y dejó al perro libre como siempre.

Al regresar a la hora de comer no vio al perro, pero sabía que antes o después volvería, por lo que no se preocupó. Al cabo de una hora el perro apareció con algo en la boca. Enseguida vio que se trataba de un canario similar al de sus vecinos. En un primer momento no le dio importancia, pero después se dio cuenta de que el canario de sus vecinos no cantaba.

Salió y vio con gran sorpresa que la jaula de los vecinos estaba en el suelo, vacía y tenía la puerta abierta. Supuso que la jaula se había caído y que el perro había matado al canario.

Preocupada por la reacción de sus vecinos y viendo que no estaban en casa decidió hacer algo: colocó el cadáver del canario dentro de la jaula y cerró la puertecilla. Quizá sus vecinos pensarían que el canario había muerto al caer la jaula.

Volvió a su casa y no permitió en todo el día salir al perro.

A la mañana siguiente se encontró a su vecina al mediodía. Vio que estaba pensativa, preocupada y pensó que era por el canario. Haciéndose la despistada le dijo:

- Pareces preocupada ¿Te ha pasado algo?

- Algo raro. Ayer encontré al canario muerto en su jaula.

- ¡Qué pena! - Dijo inocentemente.

- Sí, pero lo más extraño es que lo enterré en el jardín y esta mañana lo he vuelto a encontrar en su jaula.